Dulces Párrafos ETERNIDAD



[Ever y Haven]
-¿Cómo te encuentras? -pregunto mientras la observo con detenimiento en un intento por "ver" lo que siente, pero su aura tiene un color gris, débil y transparente, así que no consigo ver nada.
-¿Qué es lo que te ocurre? -Sacude la cabeza y me aparta una vez más-. ¿De qué va toda esta demostración de amor y afecto? No me lo esperaba de ti, la que siempre lleva el iPod y la capucha.


-Soy Ava. Sabine me ha contratado.
-¿Es una de las camareras?-pregunto mientras elucubro por qué llevará puesto un top negro con los hombros al aire, unos vaqueros ajustados y manoletinas en lugar de la camisa blanca y los pantalones negros que llevan los demás.
Pero ella se echa a reír y le hace un gesto con la mano a Riley, que está escondida tras los pliegues de mi vestido, tal y como solía hacer con nuestra madre siempre que sentía vergüenza.
-Soy la vidente -dice mientras se aparta de la cara su largo pelo rojizo y se arrodilla al lado de Riley-. Y veo que tienes a una amiguita contigo.


Cierro los ojos mientras me quita la sudadera. Me rindo y le dejo que me desabroche los pantalones antes de quitármelos. Me permito sentir la presión de la palma de su mano y de sus dedos, diciéndome a mí misma que esta extraordinaria sensación, esta maravillosa euforia que invade mi interior solo puede ser una cosa. Solo puede ser "Amor".


-¿Y qué ocurrirá si decido seguirte? ¿Qué harás entonces? -pregunto, y mi risilla nerviosa se detiene en seco en el instante en que él se da la vuelta hacia mí.
-No me sigas, Ever.


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