Dulces Párrafos BAD BOY'S GIRL: Te odiaré hasta que te quiera

-En serio, la única chica que les desearía el mal a mis huevos es Tessie, pero tú eres otra persona...
-No, soy Svetlana, su malvada gemela rusa y he venido a acabar contigo mientras duermes -le espeto.


-¿Lo del beso qué, Tessie? -Sonríe y yo le doy un codazo en las costillas-. Piensa lo que quieras, bizcochito, pero los dos sabemos que me deseas.
-¿Que te deseo? ¡Cómo lo sabes!
Sonrío con dulzura y acabo la frase con una mueca de asco. Cole se abanica la cara con las manos.
-Tanta tensión sexual se está volviendo insoportable.


-Qué, ¿ya te has aburrido de Jay Jay?
Está sonriendo, pero su voz suena tan fría que me sorprende no sentir los primeros síntomas de congelación. ¿Y ahora qué le pasa?
-Es un idiota, lo he puesto en su sitio -murmuro, y me duele un poco que me haya hablado así delante de sus groupies; seguro que piensan que soy tan patética como ellas.
Se sorprende al oír mi respuesta y aparta el brazo de la chica que se está restregando contra él.
-¿Habéis discutido?
Parece que ahora sí le interesa el tema.
-Sí, le he dicho que creo que es feo. ¿Contento?
Se le ilumina la cara y yo empiezo a sentirme más cómoda. No me gusta que esté enfadado conmigo, cada vez se me hace más difícil.
-Por supuesto.
Me coge de la mano y tira de mí hasta que estoy a su lado.


-¿Tessie?
Su voz es tan grave, tan ronca, que casi no la oigo.
-Dime.
-Nunca te han besado, ¿verdad?
[...]
-No... no... nunca.
Mis palabras están impregnadas de vergüenza y él se da cuenta enseguida.
-No es malo, al contrario, es la mejor noticia de todo el día. Eres mía, Tessie, y si otro chico hubiera tocado esos labios antes que yo, no sé qué haría.


-Gracias, gracias, gracias.
Dibujo un sendero de besos sobre su pecho y siento el latido de su corazón contra mi piel.
-¿Gracias por qué, preciosa? -pregunta con la voz ronca y luego me da un beso en lo alto de la cabeza.
Me aparto, le doy un beso en los labios y sujeto su cara entre mis manos.
-Por salvarme.

Dulces Párrafos ONYX: SAGA LUX


-[...] Ay, Dios, puede que sí me haya destrozado el culo.
-Espero que no. Tengo debilidad por esa parte de tu anatomía. -Me sonrió-. Tienes la cara muy roja. ¿Estás segura de que no te has dado un golpe al caer?
-Te odio -refunfuñé.
-No te creo. -Me recorrió con la mirada, de la cabeza a los pies, y luego enarcó las cejas-. Bonitos calcetines.


A pesar de todo eso, no me aparté. Y él tampoco. Ah, no, en realidad se estaba acercando más. Las pupilas empezaron a brillarle y parecía haberse quedado sin aliento.
-¿Tienes la más remota idea de lo que me haces? -preguntó con voz ronca.
-Yo no hago nada.


-Vaya. Así que les gusta la privacidad, ¿eh?
-Tal vez vayan a darle un poco al mambo.
Le eché una mirada a Daemon.
-Puaj.
Él sonrió de oreja a oreja.
-Esa mujer no me pone nada. -Sus ojos se posaron en mis labios y algunas partes de mi cuerpo se estremecieron en respuesta al ardor de su mirada-. Pero ahora no puedo quitármelo de la cabeza.
Me quedé sin aliento.
-Estás más salido que un perro.
-Si me acaricias, te...
-Ni se te ocurra terminar esa frase -lo amenacé intentando contener una sonrisa. Sonreír no haría más que alentarlo, y Daemon no necesitaba más estímulos para portarse mal-. Y cambia esa cara de inocente. Sé perfectamente...


-Te quiero.
Los ojos se le oscurecieron y un segundo después me besó hasta que me dieron ganas de mandar al diablo todo el asunto ese de "hacerlo bien".
-Eso es lo único que necesito oír.
-¿Esas dos palabras?
-Siempre esas dos palabras.


-Yo no he movido la silla, gatita.
-Ya lo sé.
-Supongo que no te gustaba donde estaba, ¿no?
-Se interponía en tu camino -contesté. Todavía le rodeaba los brazos con las manos.
-Ya lo veo.